Yo ya no sé cómo mirarte
para que en mis ojos tú puedas leer
lo que soy capaz de amarte.
Y ya no sé qué hacer conmigo
para parecerme al tipo
de tus sueños y escaparme de tu olvido.
No sé a quién pedir ayuda ni qué camino escoger,
a qué santito rezarle ni qué amuleto tener,
eres mi mayor manía, una divina obsesión,
eres tú, mi Ave María, eres tú mi religión.
Perdóname
si a veces rompo tu calma de tanto llamarte,
de tanto nombrarte,
de tanto mirarte.
Pero es que quiero que me quieras a mí na’ ma’,
que la alegría se me acaba si tú no estás,
porque a tu lado se hace grande mi corazón,
porque sin ti soy un problema sin solución.
Es que yo quiero que me quieras a mí na’ ma’,
que la alegría se me acaba si tú no estás,
porque a tu lado se hace grande mi corazón,
porque contigo mi guitarra suena mejor.
Y ya no sé cómo expresarme
para que en mi frase quepa la pasión
y la emoción de contemplarte.
No soy capaz de comprenderte
cuando dices que en tu vida no hacen falta
cuerdecitas que la aprieten.
No sé a quién pedir ayuda ni qué camino escoger,
a qué santito rezarle ni qué amuleto tener,
eres mi mayor manía, una divina obsesión,
eres tú, mi Ave María, eres tú mi religión.
Perdóname
si a veces rompo tu calma de tanto llamarte,
de tanto nombrarte,
de tanto mirarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario