jueves, 13 de septiembre de 2018

05 - Cuando quieras quiero








En mi defensa diré,
que eres inevitable,
que solo fue verte sonreír,
y aceptar lo inaceptable.

En mi defensa diré,
cuando el orgullo me pida cuentas,
que prefiero mil veces perder,
que dejar de morder tu lengua.

Pero no se trataba,
de volver a verte.
Se trataba de verte volver,
que es diferente.

Si tú me pides una noche, yo apago el sol,
que al corazón le importa un bledo la razón.
Que aunque me duelan tus cristales,
morder tu boca es un destino inevitable.
Porque se trata de que te quiero,
y cuando quieras quiero.

En mi defensa diré,
que soy adicto a tu boca,
que no se cómo querer a medias,
que son dulces mis derrotas.

En mi defensa diré,
cuando el orgullo me pida cuentas,
que prefiero mil veces perder,
que dejar de morder tu lengua.

Pero no se trataba,
de volver a verte.
Se trataba de verte volver,
que es diferente.

Si tú me pides una noche, yo apago el sol,
que al corazón le importa un bledo la razón.
Que aunque me duelan tus cristales,
morder tu boca es un destino inevitable.
Porque se trata de que te quiero,
y cuando quieras quiero.

Si tú me pides una noche, yo apago el sol,
que al corazón le importa un bledo la razón.
Que aunque me duelan tus cristales,
morder tu boca es un destino inevitable.
Porque se trata de que te quiero,
y cuando quieras quiero.

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